El encerado de una chaqueta Barbour (o de otras similares como Belstaff y encerados clásicos) es fundamental para conservar su impermeabilidad, durabilidad y aspecto elegante.
Sin embargo, la gran duda de muchos es: ¿cada cuánto tiempo hay que encerar una Barbour?
La respuesta depende del uso, la exposición a la intemperie y el cuidado que reciba la prenda.
Mantener el equilibrio entre protección y transpirabilidad es la clave para que la chaqueta acompañe durante años.
Si usas la chaqueta en ciudad, con lluvias esporádicas y exposición moderada al sol, lo ideal es encerarla una o dos veces al año. Esto ayuda a reponer la cera perdida por el roce o la limpieza, manteniendo la tela flexible y resistente al agua.
Para actividades como caza, pesca, rutas en moto o climas lluviosos, conviene revisar el encerado cada 3-4 meses. Las zonas de mayor desgaste —hombros, espalda y mangas— pueden necesitar una fina capa de refuerzo con más frecuencia.
En entornos de humedad constante o contacto directo con barro y lluvia, el encerado debe ser más regular para evitar filtraciones y daños en la tela.
Aunque el encerado casero con barrita de cera es útil para el mantenimiento, cada 2 o 3 años conviene un encerado completo profesional.
Este proceso restaura el color, la flexibilidad y la impermeabilidad de la tela de forma uniforme.
En TinoPiel, realizamos el encerado especializado de Barbour, Belstaff y otros encerados para que tu prenda conserve su carácter auténtico y su resistencia original durante más tiempo.
Cuidar tu Barbour con un encerado periódico es la mejor forma de prolongar su vida útil, mantener su estilo atemporal y garantizar su impermeabilidad.
Recuerda: no se trata de encerar demasiado, sino de hacerlo cuando tu prenda lo necesita.
Con un buen mantenimiento, tu chaqueta encerada estará lista para acompañarte en muchas temporadas de lluvia, rutas y aventuras.

Restauramos y limpiamos tus prendas de piel con atención al detalle. Confía en nuestra experiencia para darles nueva vida sin dañar el medio ambiente.