Cómo saber de qué está hecha tu prenda, zapato o sofá
El mundo de la piel es tan amplio como fascinante. Cada tipo de piel tiene su origen, sus cualidades y su carácter único. Aprender a diferenciarlas es fundamental, tanto para quien las viste como para quien quiere cuidarlas. No es lo mismo un cuero vacuno que un ante delicado, ni una napa suave que un serraje resistente. Reconocer estas diferencias es la clave para dar a cada prenda, mueble o accesorio el trato que merece.
Cuero vacuno: resistencia y versatilidad
Es la piel más común y duradera. Se reconoce por su firmeza, grosor y grano marcado. Es ideal para sofás, cazadoras o zapatos de uso intensivo. Al tacto se siente robusto y firme.
Piel de cordero o napa: suavidad y elegancia
La napa de cordero se caracteriza por su tacto suave y flexible. Es ligera y cómoda, muy usada en prendas de vestir de alta calidad. Acariciarla es suficiente para notar la diferencia: se desliza entre los dedos con una suavidad única.
Ante, nobuck y serraje: acabados aterciopelados
Ante: se obtiene al lijar la cara interna de la piel. Su aspecto aterciopelado lo hace atractivo, pero muy delicado frente al agua y las manchas.
Nobuck: procede de lijar la parte externa (flor de la piel). Tiene un tacto similar al ante, pero es más resistente.
Serraje o piel vuelta: también se trabaja desde la cara interna, con un acabado más marcado y rugoso que el ante. Es habitual en calzado y complementos informales.
Napalan y otras pieles técnicas
Napalan: es una piel de oveja curtida con la lana aún adherida, pero con un acabado de napa en la parte exterior. Muy usada en abrigos invernales.
Pekarí: piel muy exclusiva, procedente de un cerdo salvaje. Se distingue por su suavidad, flexibilidad y resistencia. Es muy buscada en guantes de lujo.
Pieles exóticas: cabra, ciervo y reptiles
Cabra: combina flexibilidad con cierta rigidez, muy usada en calzado.
Ciervo: extremadamente suave y flexible, con un aspecto natural.
Reptiles (pitón, cocodrilo, lagarto): patrones únicos y brillo natural, requieren cuidados especiales para conservar las escamas.
Por qué es importante saber diferenciar la piel
Conocer el tipo de piel de tu prenda, sofá o accesorio no es solo un dato curioso:
Te ayuda a elegir el tratamiento correcto (hidratación, encerado, protector).
Evita errores de limpieza que puedan arruinar el material.
Aumenta la vida útil de tus prendas y muebles.
Conclusión: un material vivo que merece cuidado
La piel es un material vivo, con personalidad e historia. Identificarla correctamente es el primer paso para mantener su belleza durante muchos años.
Restauramos y limpiamos tus prendas de piel con atención al detalle. Confía en nuestra experiencia para darles nueva vida sin dañar el medio ambiente.